El economista escocés Angus Deaton publicó en 2013 un libro bajo el título "El Gran Escape. Salud, riqueza y orígenes de la desigualdad" que narra una historia esperanzadora sobre cómo millones de personas han esquivado la muerte, la pobreza y la miseria a través del crecimiento económico desde la segunda mitad del último siglo. Aumentando el ingreso promedio de las personas en las naciones, se conseguía reducir la fracción de la población mundial que vivía. Sin embargo, los países ricos crecían muchos más rápido que los pobres, por lo que a medida que la desigualdad global se reduce, la desigualdad entre países aumenta cada vez más. 

    ¿Te gustaría conocer por qué existe esta brecha entre países en vías de desarrollo y desarrollados aún en la actualidad? ¿Cómo han logrado los países ricos alcanzar la mejora del bienestar a través del aumento del ingreso? ¿Qué podemos hacer para mejorar esta situación? Te lo resolvemos desde la Economía Sin Fronteras con la ayuda de Deaton y su riguroso estudio en El Gran Escape.

Análisis del bienestar y la desigualdad

    Deaton trata de hallar por qué no ha ocurrido aún el es cape de los países pobres, por qué existen actualmente poblaciones en las que el bienestar es peor de lo que era en los países de Occidente a principios del siglo XX. Así, se propone analizar el origen de esta gran divergencia entre ricos y pobres a través de dos componentes del bienestar: el físico (la salud) y el material (la riqueza). Las variables que se utilizan en el estudio de cada uno son la esperanza de vida y el PIB per cápita, respectivamente. 

   Esperanza de vida y PIBpc se relacionan de manera positiva, de manera que cuánto mayor sea el ingreso por habitante en un país, mejor sanidad, saneamiento de aguas, nutrición y salud tendrá y por tanto, mayor esperanza de vida. Así, tal y como vemos en el gráfico 1 con datos de 2010, la curva que relaciona ambas variables que sería el bienestar es creciente pero a partir de cierto nivel de ingresos, el crecimiento del bienestar se ralentiza. Este punto supone superar la transición epidemióloga, que es el proceso por el que han de pasar los países en vías de desarrollo para vencer a las altas tasas de mortalidad infantil por enfermedades infecciosas, intestinales y respiratorias o por la malaria y llegar a una tasa de expectativa de vida más madura. 

    Desde la perspectiva física del bienestar, el mayor problema que acarrea la salud es la desigualdad entre países pues actualmente existen aún 36 países en los que el 10% de la población muere antes de los cinco años, lo que supone que todavía no han concluido su transición epidemióloga. Además, los más pequeños de estos países padecen enfermedades que cuando mataban a niños europeos corrían los siglos XVII y XVIII como la tuberculosis o la diarrea. Aunque ya existan mecanismos para el control, la cura y prevención de la mayoría de estas amenazas a la vida de los niños, no se está exportando a los países pobres. Por ejemplo, la malaria que mata en torno a 500.000 personas al año, siendo el 70% niños, no se investiga por el desafortunado hecho de que el mosquito viva en África y todos los compradores potenciales de la vacuna sean de países de ingreso bajo, de manera que a las compañías farmacéuticas no verían recuperada su inversión en el desarrollo de una vacuna.

    En cuanto al aspecto material del bienestar, la riqueza, el estudio de Deaton nos muestra el aumento de la desigualdad entre ricos y pobres dentro de un mismo país, pero también la reducción de la pobreza y desigualdad global en parte impulsada por el gran escape de China e India. Según Deaton es en realidad la tendencia cada vez más a los extremos, ricos o pobres, en un mismo país lo que precisamente genera incentivos a que el capital humano se eduque para volverse más productivo y se produzca el crecimiento económico. Es por ello que son los países ya desarrollados quienes están creciendo más mientras que los que no han escapado aún están atascado en una trampa de la pobreza con bajos ingresos y bajas tasas de crecimiento.

El gran reto del S.XXI: enfrentarnos a la desigualdad

    De acuerdo con Deaton, la idea actual de ayuda al desarrollo que mueve flujos de recursos desde países ricos a los pobres normalmente a través de agencias internacionales está mal orientada. Lejos de beneficiar a los países pobres y potenciar su crecimiento económico, en ocasiones incluso daña su complicada evolución. Así, en concreto en Estados autoritarios la ayuda se dedica a financiar regímenes que no implementan políticas para buscar el bienestar de la población.
    
    Realmente, la trampa de la pobreza no es por ausencia de recursos (tan sólo hay que observar que las sociedades cuya principal actividad es la extracción de materias primas son aquellas donde existen los peores datos de bienestar), sino por que las instituciones políticas son ineficientes y la forma de gobierno suelen ser autocracias cuyos proyectos de inversión no generan rentabilidad. Un ejemplo de esta situación es Nigeria donde se obtiene grandes cantidades de oro, bauxita y petróleo, entre otros, pero los continuos golpes de estado generan una gran inestabilidad política. 

    En cambio, si se da el caso ideal de que la ayuda financie Estados que sí buscan el interés general de la población, un injerto de fondos exteriores en el gasto público puede desestabilizar la manera de autogestión económica del país en la medida en que el país nunca ajustaría su estructura productiva para que impulsase el crecimiento por sí sola. Este proceso natural por el que ya pasaron los países ricos debe darse de manera autónoma, local e interna. 
    
    Por tanto, combatir el aumento de la desigualdad entre países tan sólo será posible si nos solicitamos de manera efectiva  a nuestros gobiernos que se impliquen en políticas internacionales que hagan que la globalización no vaya en contra de los países en vías de desarrollo y permita su gran escape desde dentro. 

    En definitiva, gracias a este riguroso análisis acerca del bienestar en el mundo y la brecha económica y sanitaria entre los países, Deaton nos permite comprender el problema y nos explica cómo podemos intervenir. Si te gustaría conocer en mayor profundidad el contenido del Gran Escape, te dejo un enlace al vídeo de presentación del libro que realicé para la asignatura de Historia Económica: 


Bibliografía 

Para la realización de este comentario se han consultado las siguientes fuentes:

Deaton, A. (2013). El Gran Escape. Salud, riqueza y orígenes de la desigualdad. Fondo de Cultura Económica.

Ramos-Palencia, F. (2014). Historia Económica. Globalización y Desarrollo

Percepciones Económicas (2022). El Gran Escape por Angus Deaton. https://www.percepcioneseconomicas.cl/libros/el-gran-escape-por-angus-deaton/

Médicos Sin Fronteras. (2023). La injusticia de los niños cero vacunas. https://www.msf.es/noticia/la-injusticia-los-ninos-cero-vacunas