República Italiana: ¿Dónde nos situamos en la historia?

    Tras la unificación de Italia, la mayoría de nosotros conocemos la historia del ascenso del fascismo en Italia tras la Primera Gran Guerra con el partido de Mussolini nombrado por el rey quien se encargó de eliminar a los demás partidos de la competencia. Mussolini era tan amigo de Hitler que en la Segunda Guerra Mundial también le declaró la guerra a Francia y Gran Bretaña. También suele sonar lo que sucede después: la invasión fallida de la URSS y la entrada de EEUU provocan la caída del Eje. Se manda a detener Mussolini y se declara el armisticio de Italia con las Fuerzas Aliadas. Esto le sentó tan mal a Hitler que mandó al ejército alemán invadir Italia. Por suerte, la Resistencia partisana se opuso a los fascistas y consiguieron expulsar a los alemanes en 1945. 

Regiones de Italia

    ¿Qué vendría ahora? Esta es la historia que muchos ignoran de nuestro vecino en el Mediterráneo. Con una Italia descabezada, sin un poder de gobierno, pues los italianos ya no confiaban en la monarquía al haber permitido el control de Mussolini, se celebra un referéndum en 1946 donde nace la República Italiana. Así, configurada finalmente la frontera en las regiones de la imagen, con una nueva Constitución y la república democrática como sistema de gobierno, comienza un periodo más moderno que conllevaría a cuestiones más actuales como la integración regional, el terrorismo y la corrupción política.

Evolución económica e institucional

    En este comentario, analizaré que ha significado esta nueva etapa desde la perspectiva económica e institucional mediante indicadores macroeconómicas desde los 90 hasta la actualidad extraídos del Banco Mundial gracias a un informe comparativo que realicé de los países de Europa occidental.  ¿En qué se basa su estructura productiva? ¿Qué implicación tienen en ella las instituciones políticas? ¿Qué papel juega Italia en la política económica comunitaria? Te lo contamos en la Economía Sin Fronteras.

¿En qué se basa la estructura productiva de Italia?

    Para lograr comprender cómo funciona la estructura productiva de una economía, utilizamos el modelo económico de la función de producción: Y = PTF · (T, K, L). Aquí, vemos que el ingreso o producción de una economía depende positivamente del trabajo, capital y recursos naturales, además de la productividad total de los factores, es decir, la tecnología, que multiplica a todos los factores anteriores. Italia tiene una economía desarrollada con importantes sectores terciario e industrial. Al ser una economía madura caracterizada por la importación de materias primas y exportación de manufacturas de alta calidad, obviaremos el estudio del factor T (recursos naturales) y analizaremos producción, productividad, mano de obra y capital.

    A principios de los 90, Italia un PIBpc en términos de paridad adquisitivo de 18.638 dólares actuales por habitante. En comparación a los 43.144 dólares de 2020, ha multiplicado sus ingresos por más del doble. Ahora bien, a pesar de que ha habido un crecimiento progresivo, la renta nacional actualmente está tan solo por encima de España y Portugal en la zona euro, mientras que en 1990 era la sexta más importante. Esto se debe en parte a la gran deflación sufrida por la crisis de 2008 que hizo que bajasen los salarios y el consumo llegando a tener una tasa de inflación en 2015 del 0,03%. No obstante, la crisis inmobiliaria y financiera afectó a toda Europa, llegando algunos Estados a sufrir tasas peores. La diferencia en Italia fue que la recuperación económica se apoyó en un enorme endeudamiento del Gobierno, llegando a alcanzar la deuda pública central en 2015 un 130%. 

    Esta deuda continúa debido a que la inversión en investigación y desarrollo no llega tan siquiera al 2% del PIB y no se consigue  aumentar la productividad total de los factores, de manera que a medida que aumentan los intereses y la cantidad de la deuda con la misma estructura productiva no es posible devolverla. Italia es el tercer país de Europa occidental con menor porcentaje del PIB en exportaciones de alta tecnología (un 8,58% en 2020) y el cuarto con menor índice de complejidad.

    En cuanto a la creación y fortalecimiento del capital humano, Italia entra dentro del gasto promedio en educación de sus vecinos europeos con un 4,27% de su PIB. Aun así, es el segundo país con mayor tasa de desempleo con un 9,16% de la población activa, siendo superado únicamente por España. Tener mano de obra no ocupada implica que existen recursos productivos que no están siendo utilizados, por lo tanto la combinación de factores será menos eficiente cuanto mayor la tasa de desempleo.

    En lo que respecta al capital físico, Italia tiene una balanza exterior de bienes y servicios actualmente positiva con un 3,59% del PIB, lo que implica que existe un superávit comercial, por los que actualmente es capaz de abastecerse a sí mismo superando las importaciones a las exportaciones. Esto ha cambiado en la última década pues por la crisis inmobiliaria en 2010 la balanza fue negativa con un -1,85% suponiendo un déficit comercial. Sin embargo, actualmente Italia no destaca en la inversión extranjera directa, teniendo tasas bajas o incluso de desinversión con un -1,16% en 2020. 

    Italia ha de mejorar su estructura productiva con el fin de pagar la deuda pública y para ello, debe invertir en tecnología, mejorar las tasas de desempleo, atraer la inversión extranjero y mantener superávit comercial en al balanza de pagos. Así logrará aumentar su productividad y el ingreso por habitante le permitirá ponerse a la altura de los grandes acreedores de la UE. 

¿Qué implicación tienen las instituciones políticas italianas?

    Detrás de todos estos factores productivos, hay un contexto institucional más difícil de medir. Por ello, existen países con un PIB alto, pero con productividad baja por otras variables como corrupción o inestabilidad política. El papel de las instituciones es clave en la medida en que para que la economía prospere, la población ha de confiar en ellas pues son quienes regulan el flujo económico. Italia en concreto es el país más corrupto de la Unión Europea con una tasa sólo del 56% de transparencia. Un ejemplo de ello fue el escándalo de 2008 cuando Berlusconi, el fundador de Forza Italia quien había sido acusado y absuelto varias veces por corrupción en procesos judiciales, volvió a ganar las elecciones y trató de aprobar la ley Alfano que le hubiese inmunizado ante cualquier persecución legal. 

    Asimismo, existe la variable doing business que mide los procedimientos, el tiempo y el capital mínimo desembolsado necesario para abrir una sociedad en la ciudad empresarial más importante de cada país. Esta nos permite observar si la legislación está impulsando la inversión y el desarrollo en la economía. Italia en este caso es el tercer país donde es más difícil abrir un negocio en la comunidad europea.

¿Qué papel juega Italia en la política económica comunitaria?

    En 1949, Italia se adhiere a la OTAN y en 1955 a la ONU, además de ser miembro fundador de la Comunidad Económica Europea, antigua UE. Participó en eventos clave para la creación y avance de la política comunitaria como la creación del Euro en 1999. Italia es un miembro muy presente y activo en la integración regional. ¿Qué significa en su economía?

En primer lugar, ser parte de la integración económica permitió a Italia ser miembro de un mercado común que eliminó las barreras arancelarias y facilitó el comercio, por lo que se impulsaron sus exportaciones e importaciones. También ser recipiendario de fondos estructurales le permite mejorar educación, infraestructura e investigación y con ello atraer inversiones extranjeras, sobre todo en turismo y tecnología. 

   En cuanto a la política monetaria, con la entrada de circulación efectiva del euro en 2002 aumenta la estabilidad monetaria y facilita el comercio. No obstante, esto también implicaba que Italia perdería su la posibilidad de gestionar su propia política monetaria teniendo que aceptar la regulación de esta por el Banco Central Europeo.